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jueves, 8 de enero de 2009

¿ Pensás en el Oro ?

Yo también. Es por eso que antes de, claro, voy a tomarme un tiempo. Es que el tiempo, dicen, va della mano del oro. Y cuando algo o alguien va della mano del oro, apretá el pomo que se viene el carnaval.
Aguantame un toque. Te acabo de decir que ante todo hay que tomarse un tiempo, me estoy armando... de ideas.




Sí.


Armarse de ideas.


Pero también es posible leer:


Amar es la idea!


hmmm


demasiado cursi...


Veremos dijo un ciego.



La idea de armarse de ideas es una redundancia en si. Pero eso no quita que la cosa sea copada. Si uno lo piensa dos veces, doblemente en el aire, se dará cuenta de que el centro, la luz en el fondo, bien al fondo del túnel, está más que clara. Obvio que existen casos en el que los lentes no alcanzan, como que no son la solución. Hay cegueras que ven pero no ven. Por lo que la claridad de que en el fondo haya un centro no es tan clara.




Vuelvo a decir:


Armarse de ideas.


"See the morning sun"









¿Seguís pensando en el oro?



Yo también. En eso nunca se deja de pensar. Pensar en el oro es indudablemente una fuerza oscura, lo que los griegos denominaban daemon. Fuerzas que actuan sin que nos demos cuenta. Los sistemas operativos del presente consisten en una tremenda estructura de demonios que sostiene la ventanita que usted ve o acaba de clickear.


¿Pero por qué? ¿Te lo preguntaste alguna vez?



Se me ocurre pensar en una frase no tan conocida. Negocio es sinónimo de oro pero también el oro es sinómino del ocio.



Es decir: Negocio = Negación del ocio.



Pero a su vez tener un negocio es en el fondo la búsqueda del ocio. Uno busca el oro teniendo un negocio, salvo que seas pirata y lo busques enterrado en una isla o en un banco. Pero el fin de los negocios, dicen, es la búsqueda del oro que al final nos permita vivir del ocio.



_ ¿O me vas a decir que te gusta laburar como un burro.?



_ Nooo ! Saquémonos las máscaras.



El oro viene del negocio, pero mientras buscas el oro en el negocio no tenés el ocio.



Hmmm...



What a contradicción!



_ Hacé girar de nuevo la ruleta - dijo el enano.








El enano tiene razón, vuelta a la rula y otra vez al ruedo.


Resulta que para tener un negocio es necesario tiempo. Pero también el tiempo es necesario para vivir el ocio.


_ La puta madre! - sentenció el hombre bajo.


_ Volvés a tener razón enanito - le dije yo -. Pero entendé que esto no es posible de otra manera. Tenés que elegir a dónde carajo querés poner el tiempo.







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